El Santísimo Niño Jesús es una imagen de escayola de pequeñas dimensiones adquirida en Sevilla en 1948 por el matrimonio de Dña. Carmen Pérez Moreno y D. Laureano Velasco Márquez, ilustre Notario de Puertollano. La imagen fue adquirida con motivo de la celebración de la Primera Comunión de D. Jesús Velasco Pérez, hijo de Dña. Carmen y D. Laureano.
Se trata de una talla de serie de cuerpo entero vestida, siendo de esta forma como podemos contemplarlo en la capilla de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción donde se encuentra expuesto al culto. El Santísimo Niño Jesús posee dos túnicas, una blanca para el Jueves Santo y otra morada con la que procesiona el Viernes Santo, ambas de terciopelo y bordadas en hilo de oro y pedrería confeccionadas en los años 50 por la Congregación de Religiosas Adoratrices de Ciudad Real. También posee una túnica en terciopelo rojo bordado confeccionada por Dña. Manuela Jiménez Castellanos con motivo del 75 Aniversario Fundacional. Durante su estancia en la capilla parroquial, y durante los tiempos de Adviento y Cuaresma, el Santísimo Niño Jesús es revestido con una túnica damasco morado donada por una familia de hermanos de la Cofradía.
Dentro del ajuar del Santísimo Niño Jesús destacan también unas enagüillas, donadas por un hermano de la Cofradía, unas potencias dorada, cíngulo de hilo de oro -adquirido en Sevilla gracias a donativos de diversos hermanos siendo estrenado en la Semana Santa de 2015 sustituyendo al anterior deteriorado por el paso del tiempo- un fajín de raso rojo y un cíngulo dorado adornado con motivos vegetales, donado por un hermano con motivo del 75 Aniversario Fundacional de la Cofradía.
En el año 2010 la Asamblea General aprobó la restauración de la imagen del Santísimo Niño Jesús en Moral de Calatrava. Dicha restauración, ejecutada por el restaurador D. José Castro, se realizó debido al avanzado deterioro estructural de la imagen, llegando a tener dos dedos de la mano rotos y grietas en uno de los pies que lo une a la peana. Ese mismo año la Junta Directiva acordó que la imagen realizara su estación de penitencia del Jueves Santo sin su habitual túnica blanca. Esta decisión tuvo una buena acogida tanto por los hermanos como por los fieles y público general que contempló la procesión.
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